#12 Tres cosas, 4 de Octubre, 2020
Pasen y lean. Esta es mi newsletter donde cada semana escribo sobre Tres Cosas que creo merecen la pena ser contadas. A veces recomiendo libros. Los voy recopilando en “El Club del Libro”. Lo mismo hago con productos, y los puedes encontrar en “El Club de Compras”. Como siempre, pediros que si os apetece recomendéis a vuestros amigos que se suscriban, me ayuda mucho. ¡Max, mil gracias por hacerlo!
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Una novela que hay que leer una vez en la vida
Como muchas otras cosas que he empezado y no he acabado en mi vida, en una época reciente quise escribir una novela. De hecho, llegue a comprarme algún libro sobre como escribir tramas y personajes que resonarán en la mente de los lectores. Si en una cosa coincidían todos los autores de esos libros, era en que debía leer los grandes clásicos. Uno que todos nombraban era “Los Miserables” de Victor Hugo. No había podido empezarlo hasta la semana pasada y estoy alucinando. ¡Me tiene completamente enganchado! Lo que más me asombra es como Victor Hugo desde su contexto en 1862 consigue generarte tan fuertes emociones y que empatices con todos sus personajes (Jean Valjean, Fantina, Cosette, etc…), hasta con Javert, el malo, malísimo ¡Sin duda tienes que leerlo!
Un anuncio y su intrahistoria
Por el perfil de mis lectores muchos de vosotros lo conoceréis, pero creo que merecía la pena escribir sobre él. Os hablo sobre el famoso anuncio de Apple “To The Crazy Ones” de la campaña “Think Different”. Su slogan fue la seña de identidad de la compañía de Cupertino desde 1997 hasta 2002. Steve Jobs, acababa de volver a Apple y buscaba dar un golpe de efecto, y vaya si lo consiguió. Mítico es su discurso al presentar la nueva campaña. Se debería estudiar en todas las escuelas de negocio del mundo. Y por supuesto no dejéis de ver el anuncio (dadle al play más abajo). Además, si os apasiona el mundo del Marketing y la Publicidad, en este documento de Google Docs tienes recopilados un listado con muchos de los anuncios más exitosos de la historia.
Un robo de casino a lo Ocean´s Eleven
2013, Australia, Crown Casino de Melbourne. James Manning, un hombre de negocios neozelandés es invitado a participar en una partida de cartas privada sin límites de apuestas. No era un desconocido, llevaba semanas apostando y perdiendo grandes cantidades de dinero. Empieza la partida, se juegan ocho manos. James se levanta y abandona la partida con 33 millones de dólares en ganancias. Los empleados del Casino están atónitos, saben que algo ha pasado, pero se encuentran desconcertados. La respuesta es relativamente sencilla.
James, con la ayuda de un grupo de hackers se habían hecho con el control de las cámaras de seguridad. Veían las cartas de todos los jugadores y le transmitían a James por un auricular invisible cuando apostar. No os quiero desvelar el final, pero solo deciros que el Casino se acabó dando cuenta de la estafa, prohibiéndole la entrada de por vida. Pero aquí viene lo más sorprendente, no llego a presentar cargos contra él y su equipo.
Esta historia me hace reflexionar sobre cómo serán los delitos en el futuro. En nuestro mundo actual cada vez más aparatos están conectados a Internet y muchas veces no somos conscientes de los riesgos que estamos corriendo por ello. Para llamar la atención sobre los mismos, en 2014 desde una web ubicada en Rusia se expusieron en directo 73.000 cámaras web, de seguridad y vigilabebes de todo el mundo. Simplemente porque sus usuarios cuando las habían instalado no habían cambiado la contraseña de administrador que venía por defecto. ¿Tienes uno de estos aparatos y no has cambiado la contraseña?