Bienvenido a Tres Cosas, la newsletter de Pablo Lancry que se lee en 1 minuto.
Esta semana me ha pillado el toro, me podría inventar algo, pero no hay excusas. La única verdad es que ante diferentes eventos del fin de semana no me ha dado tiempo a escribir esta edición para que os llegase el domingo. Lo que si no podía hacer es dejaros sin Tres Cosas esta semana, y aunque un día más tarde, llegar ha llegado. Espero que os guste.
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🌟 Como nació la guía culinaria de referencia
1889, Francia, los hermanos André y Edouard Michelin fundan una empresa de neumáticos animados por el brillante porvenir que se le augura al automóvil. Once años después, la empresa va bien, pero los coches se siguen usando relativamente poco.
Se plantean la siguiente pregunta: ¿Cómo conseguir que se usen más los coches, se desgasten más los neumáticos y por consiguiente se compren más ruedas? La respuesta: “facilitando los desplazamientos”. Así es como nace en 1900, la famosa Guía Michelin, que en sus inicios era gratis y se regalaba con la compra de unas ruedas.
Curiosamente durante sus primeras ediciones no contenía restaurantes, aunque tenía información muy valiosa para los conductores de la época: listas de mecánicos, médicos, planos de ciudades, etc. No es hasta 1920 cuando sucede un hecho que cambiará la guía para siempre. André Michelin visita un taller y ve sus guías utilizadas para calzar un banco.
Eso le impacta, así que, siguiendo la máxima de que “lo que no se paga no se valora” decide empezar a cobrarlas. Pero tenían que mejorar la propuesta de valor si iban a querer cobrar por ellas. Esto lo hacen añadiendo una selección de restaurantes donde prima la calidad y para darle credibilidad están valorados por inspectores anónimos. Era el nacimiento de la guía como ahora la conocemos.
Y es en 1931 cuando aparece la clasificación en 1, 2 y 3 estrellas. Una clasificación que sigue manteniendo su significado hoy en día:
Tres estrellas indican una cocina excepcional que justifica de por si el viaje.
Dos estrellas señalan calidad de primera clase en su tipo de cocina.
Una estrella designa un restaurante muy bueno en su categoría.
Desde entonces, queramos o no, no podemos obviar que la Guía Michelin es la referencia en cuanto a valoraciones de restaurantes y aunque muchas veces sus decisiones son controvertidas, no hay “foodie” que se precie que no siga las decisiones de sus inspectores.
Por cierto, que la guía se sigue vendiendo físicamente y me parece un regalazo para cualquiera que le guste la cocina y el mundillo de la restauración.
Si hay alguna cosa recomiendo por encima de otra, son libros, aquí tenéis recopilados todos de los que hemos hablado. 📚📚📚📚📚📚📚📚📚📚📚
Y aquí os dejo con todos los productos que hemos ido recomendando en los últimos meses. ⚙️⚙️⚙️⚙️⚙️⚙️⚙️⚙️
🍨 Un helado con el que puedes pecar
El helado es mi debilidad. Es para mí como la Kryptonita lo era para Superman. Pero estoy de enhorabuena porque he encontrado uno que puedo comer sin sentirme muy culpable 😀.
Se trata del helado de Proteína de Prozis de Caramelo Salado, un helado que además de estar muy bueno es imbatible a nivel nutricional. Es perfecto para esos momentos donde necesitas algo dulce y no quieres pecar.
Para que veáis la diferencia con un helado clásico os he hecho una tabla comparativa. Vosotros que sois gente lista sacareis conclusiones rápidas, sobre todo si miráis la cantidad de azúcares de uno y otro.
Si como a mí os encanta el helado correr a la web de Prozis a comprarlo, no os arrepentiréis.
Pero no hemos acabado, todavía queda una cosa, y si, te lo voy a pedir una vez más, por favor comparte la dirección www.trescosas.es en tus redes sociales o pulsa el botón Share, me ayudas un montón.
👨⚕️ ¿Te dejarías operar por un médico a distancia?
El vídeo que te muestro en el tweet de más abajo es impresionante. Se trata de un ejercicio de telemedicina donde un doctor desde Londres realiza una cirugía sobre un plátano en California. Lo más relevante del hecho es que toda la comunicación del procedimiento se ha hecho a través de 5G, una tecnología con una tasa de latencia extremadamente baja.
Esto quiere decir que prácticamente no hay demora desde que el doctor en Londres envía una orden al robot en California y que este la ejecute. Vamos que es como si el cirujano estuviese presente en el quirófano.
Esto abre un sinfín de posibilidades para el futuro y seguro veremos avances en este campo relativamente pronto. Yo ya me puedo imaginar robots quirúrgicos en ambulancias que ante la necesidad puedan realizar una operación de urgencia sin tener que llegar al hospital.
¿Te dejarías operar por un medico a distancia?