Bienvenido a Tres Cosas, la newsletter de Pablo Lancry que se lee en 1 minuto.
Son noventa semanas las que llevo publicando Tres Cosas, y sigo teniendo la motivación para por lo menos otras noventa. Esto se debe fundamentalmente a todos los que me leéis y me escribís para contarme cualquier cosa o para darme feedback constructivo. Por favor no dejéis de hacerlo.
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Desde los 5 años persigues un sueño, ser campeón olímpico en gimnasia. Llevas 14 años entrenando diariamente y por fin con 19 consigues ir a tus primeros juegos, los de Sidney 2000. No solo eso, sino que entras en la final y ganas el oro en la modalidad de salto con potro.
Por fin todo las lesiones, las horas de entrenamiento, en definitiva, todo el sufrimiento se ve recompensado. Eres campeón olímpico.
Ahora tienes cuatro años de espera hasta Atenas 2004. En 2001, te rompes el primer hombro, te operan. A los pocos meses te rompes el otro hombro, otra operación. En total 18 meses parado. Eso no te desanima, te recuperas, entrenas bien, compites bien.
Cuando todo parece ir encaminado a tu objetivo, tan solo un año antes de las olimpiadas, en 2003, das positivo por consumo de marihuana. Te sancionan por tres meses y te quitan las medallas que ganaste en la copa y los campeonatos del mundo del 2002.
Al menos la sanción es corta en tiempo y no te impedirá estar en Atenas 2004. Llegas a Atenas, te vuelves a clasificar para la final y vuelves a ganar el oro en salto con potro revalidando tu título.
Tocan otros cuatro años de espera hasta Pekín 2008, competición en la que ganas la medalla de plata en suelo. 12 años, tres olimpiadas, tres medallas olímpicas.
Llevas 24 años entrenando y no te ves participando en unas cuartas olimpiadas. Aun siendo joven, con tan solo 29 años, en 2011, decides retirarte. Quizás una mala decisión puesto que te quedas sin propósito en la vida. Tu eres un atleta, no sabes hacer nada más. ¿Cómo ocupas el vacío que deja el entrenamiento y la competición en tu vida?
Tomas malas decisiones y empiezas a beber para ocupar tu mente. Luego llegan las drogas. Empieza a ser habitual. Duermes por el día hasta la tarde que empieza tu rutina de alcohol y drogas. Así todos los días durante 6 años. Hay mañanas en las que te despiertas tirado en la calle sin saber dónde estás y porque estás ahí.
Eres consciente de que si sigues así vas a morir por lo que decides pedir ayuda y te internas en un centro de rehabilitación. Estando en el centro, poco a poco vuelves a ser tú. Entiendes que necesitas encontrarle un sentido a la vida, necesitas un propósito y dedicarte a ello en cuerpo y alma como hacías con la gimnasia.
Eliges ayudar a otros y con ayuda lanzáis el “Club de gimnasia La Mina”. Un club en uno de los barrios con más mala fama de España que pretende a través de la gimnasia artística dar una oportunidad a jóvenes vulnerables y que sean capaces de convertirse en grandes atletas.
Esta historia es la de Gervasio Deferr, probablemente el mejor gimnasta español de todos los tiempos, y la cuenta el mismo sin ningún tipo de filtro en su magistral libro autobiográfico “El Gran Salto”.
Hoy Tres Cosas se ha enviado gracias a Mongemalo.com:
SOY IDIOTA.
Pero gano bastante pasta.
¿Por qué?
Pues porque sé vender.
Y me encanta compartirlo con los demás.
Cada día escribo un email con un truco de ventas. Día que estás fuera, día que te pierdes.
Hace unos días llegue a este hilo de twitter de Gonzalo Frías en él nos recomendaba 20 películas que estaban escondidas dentro del vasto catálogo de Netflix.
Decidí empezar por la primera recomendación, aunque no era fácil pues era una película taiwanesa que había que ver con subtítulos y no me arrepiento para nada. Se trata de la película “El sol que abrasa” del director Chung Mong-hong.
La película narra la historia de una familia que se ve sacudida por las malas elecciones de uno de sus hijos hasta que le encierran en un centro de menores. Eso desencadena en una gran tragedia familiar que a la vez produce el reencuentro de un padre con su hijo.
Si como a mí os gustan los dramas raros que te enseñan situaciones y actitudes de culturas muy distintas a la nuestra no dudes en buscarla en Netflix, hacerte con un buen bol de palomitas y darle al play.
Si hay alguna cosa recomiendo por encima de otra, son libros, aquí tenéis recopilados todos de los que hemos hablado. 📚📚📚📚📚📚📚📚📚📚📚
Yo suelo hacer el del vídeo de más abajo y luego mis hijas los pintan y les ponen pegatinas. Si tienes hijos pequeños, no lo dudes y aprende a hacer aviones de papel, ¡tú y ellos os lo pasareis pipa!
